El Hobbit (2013).
En el libro uno de los tomos de El Señor de los Anillos, en un momento le festejan a Bilbo q parece de mucha menos edad de la q tiene en realidad, cosa q se da x haber poseído (o ser poseído) por el anillo. El anillo lo hacía no envejecer, digamos, pero Bilbo explica que no era una juventud ligada a la vitalidad, sino q era un estiramiento del tiempo nomás, y lo dice: como poner poca manteca en mucho pan.
Es una gran frase. Yo la uso bastante pq hay muchas situaciones de la realidad q son poca manteca para mucho pan.
El Hobbit, a priori, me pareció eso en los papeles. Cómo hacer una trilogía de una historia tan mínima? Porque, vamos, de la obra de Tolkien, a El Hobbit uno le tiene cariño, pero como historia en sí... no rankea. No se puede comparar con El Señor, ni con Beren y Lúthien, ni con Turin Turambar, ni con las historias de los Valar, los Noldor, la venida de los hombres, la caída de Fingolgin, etc.
Así q si bien hay cariño, El Hobbit es como poco... y encima, hacerla en tres partes... y cada una que dure sus buenas 3 horas...
Acabo de verla... no sé si será pq la compañía era encantadora, x la previa gourmet, o por qué, pero me gustó mucho.
Un logro del equipo de guionistas, q también festejé en El Señor de los Anillos, es que sacan las boludeces q leyéndolas las disfrutás pero q en una película no tiene mucho sentido, como la boludez de Tom Bombadil. Y se toman la libertad de resolver situaciones diferente a como se las resuelve en el libro, pero apuntando a que la narración cinematográfica no decaiga, se oscurezca, o se entorpezca al pedo.
Acá, si bien sigue la historia principal a grandes rasgos, agarra de acá, toma de allá, recorta x aquí... y arma algo diferente, pero fiel. Noble, leal al producto original, con el agregado del brío que le da la imagen en movimiento.
Así, una historia mínima se vuelve un viaje extraordinario, una aventura trepidante, una auténtica preparación/precuela de El Señor de los Anillos.
El Hobbit, lo mismo q cada parte de El Señor de los Anillos, es un 10 redondo como la entrada de una madriguera hobbit.
Otra cosa que quiero rescatar es que esta gente ama hacer cine, y no por eso se dejan llevar x el vértigo de la aventura, y logran que sus mejores momentos, al menos para mí, sean los gestos mínimos, lo inmóvil, el "acá no pasa nada", pero q esta gente, con su talento, hace que esa "nada" esté tan cargada que pesa más q persecuciones de 15 minutos. Un ejemplo de esto en El Hobbit es el amanecer del día después de la visita de los enanos. El tipo, Bilbo, va recorriendo la casa, y ambiente a ambiente, se va alegrando pq x fin se fueron estos enanos del orto... y hay una escena, durará 5 segundos, del tipo, de espaldas, mirando la casa vacía... y no hace falta verle la cara ni que suenen violines para darte cuenta de lo que realmente le está pasando. Es muy genial q vos te des cuenta al mismo tiempo que él de lo q está pasando.
En la filmografía de Peter Jackson estos momentos abundan. Creo q cada película lo tiene. Tiene ese tiempo muerto que es una bomba de sensaciones, q te explota sin explotar, sin hacer ruido, sin ampulosidad. Es algo mínimo, que tiene la potencia imparable de "la verdad", pq no se me ocurre cómo decirlo mejor.
El Hobbit es un 10, como ya dije, y la recomiendo buenamente. Fui pq era tolkeniano de la recontramegaprimerísima hora, y si bien ya me abrí un poco (bastante) de Tolkien, algo me quedó. Fui pq había que ir, pero a las próximas voy a ir pq no me las quiero perder.
En el libro uno de los tomos de El Señor de los Anillos, en un momento le festejan a Bilbo q parece de mucha menos edad de la q tiene en realidad, cosa q se da x haber poseído (o ser poseído) por el anillo. El anillo lo hacía no envejecer, digamos, pero Bilbo explica que no era una juventud ligada a la vitalidad, sino q era un estiramiento del tiempo nomás, y lo dice: como poner poca manteca en mucho pan.
Es una gran frase. Yo la uso bastante pq hay muchas situaciones de la realidad q son poca manteca para mucho pan.
El Hobbit, a priori, me pareció eso en los papeles. Cómo hacer una trilogía de una historia tan mínima? Porque, vamos, de la obra de Tolkien, a El Hobbit uno le tiene cariño, pero como historia en sí... no rankea. No se puede comparar con El Señor, ni con Beren y Lúthien, ni con Turin Turambar, ni con las historias de los Valar, los Noldor, la venida de los hombres, la caída de Fingolgin, etc.
Así q si bien hay cariño, El Hobbit es como poco... y encima, hacerla en tres partes... y cada una que dure sus buenas 3 horas...
Acabo de verla... no sé si será pq la compañía era encantadora, x la previa gourmet, o por qué, pero me gustó mucho.
Un logro del equipo de guionistas, q también festejé en El Señor de los Anillos, es que sacan las boludeces q leyéndolas las disfrutás pero q en una película no tiene mucho sentido, como la boludez de Tom Bombadil. Y se toman la libertad de resolver situaciones diferente a como se las resuelve en el libro, pero apuntando a que la narración cinematográfica no decaiga, se oscurezca, o se entorpezca al pedo.
Acá, si bien sigue la historia principal a grandes rasgos, agarra de acá, toma de allá, recorta x aquí... y arma algo diferente, pero fiel. Noble, leal al producto original, con el agregado del brío que le da la imagen en movimiento.
Así, una historia mínima se vuelve un viaje extraordinario, una aventura trepidante, una auténtica preparación/precuela de El Señor de los Anillos.
El Hobbit, lo mismo q cada parte de El Señor de los Anillos, es un 10 redondo como la entrada de una madriguera hobbit.
Otra cosa que quiero rescatar es que esta gente ama hacer cine, y no por eso se dejan llevar x el vértigo de la aventura, y logran que sus mejores momentos, al menos para mí, sean los gestos mínimos, lo inmóvil, el "acá no pasa nada", pero q esta gente, con su talento, hace que esa "nada" esté tan cargada que pesa más q persecuciones de 15 minutos. Un ejemplo de esto en El Hobbit es el amanecer del día después de la visita de los enanos. El tipo, Bilbo, va recorriendo la casa, y ambiente a ambiente, se va alegrando pq x fin se fueron estos enanos del orto... y hay una escena, durará 5 segundos, del tipo, de espaldas, mirando la casa vacía... y no hace falta verle la cara ni que suenen violines para darte cuenta de lo que realmente le está pasando. Es muy genial q vos te des cuenta al mismo tiempo que él de lo q está pasando.
En la filmografía de Peter Jackson estos momentos abundan. Creo q cada película lo tiene. Tiene ese tiempo muerto que es una bomba de sensaciones, q te explota sin explotar, sin hacer ruido, sin ampulosidad. Es algo mínimo, que tiene la potencia imparable de "la verdad", pq no se me ocurre cómo decirlo mejor.
El Hobbit es un 10, como ya dije, y la recomiendo buenamente. Fui pq era tolkeniano de la recontramegaprimerísima hora, y si bien ya me abrí un poco (bastante) de Tolkien, algo me quedó. Fui pq había que ir, pero a las próximas voy a ir pq no me las quiero perder.
Aclaración: detesto a los elfos. Siempre los detesté. Salvo Fingolfin, Finrod Felagund y Legolas, el resto de los elfos tienen mi repudio perpetuo.
http://www.youtube.com/watch?v=G0k3kHtyoqc

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