Llega un momento en la vida de todo héroe en el que caés.
Mordés la lona. Sos derrotado. Es inevitable. Puede ser porque tenías la
guardia baja, porque te confiaste en tus habilidades, porque subestimaste al
enemigo, porque te relajaste…
Le pasó a Batman, varias veces. Le pasó a Superman. Le pasó
a Wolverine. Le pasó a Flash. Le pasó a todos.
Abrazar la vida heroica es una decisión fuerte: es más dura
que elegir una carrera, que elegir pareja, que elegir ser padre. Es para siempre, no te podés hacer el boludo, y
por más que un día cuelgues el manto, hay todo un pasado que está acechando,
esperando para caerte encima, porque el tiempo, finalmente, termina siendo el
gran enemigo.
Me tocó morder la lona, caer, ser derrotado… pero me
levanté, recalculé, redefiní… o sea, no me “derrotaron”, nomás lograron quizás
detenerme un tiempo, pero pasado ese tiempo, salí arando, y acá estoy, otra vez
en la lucha contra el mal. Recargado. El mal recargado, y yo también.
A Mengano ahora le pasa lo mismo. Como entre héroes nos
tenemos que ayudar, hablé con él varias veces. Me parecía muy noble, muy
sacrificado, muy digno: el tipo abrazó al heroísmo con todo. Se diseñó el
traje, armó su sistema de relaciones, hizo su lucha… Pero un día nos separamos
ideológicamente: le dije que lo de la escuelita de héroes era ir demasiado
lejos. Uno no puede “enseñar” a ser héroe al otro, por más que el otro quiera.
Es algo que nace desde uno. Tampoco se puede enseñar a “ser bueno”. Él insistió
en que sí… tuvimos nuestros cruces… le advertí: Mengano… estás derrapando.
Somos héroes, pero el personaje no nos puede devorar. El heroísmo es nuestra
herramienta, no al revés. No podemos ser usados por ella. Mengano no entendió.
Se expuso por demás… También le dije que la doble identidad era mala idea. No somos
Bruce Wayne. No tenemos background para bancar a la doble identidad. No somos
Diego de la Vega. También me pareció mala idea que se valiera de familiares
para armar la “familia de héroes”. Eso trae problemas obvios: duplica el “área
vulnerable” que de por sí ya tenemos. Con un familiar cerca, nuestros puntos
débiles se multiplican… Mengano no la entendió.
También le dije: si forzás al bien, deja de ser “el bien”, y
pasa a ser tu capricho, una construcción tuya, y por tanto, artificial. Al bien
hay que sacarlo del pozo en el que está, limpiarlo, curarlo, hacerlo florecer,
despertarlo si está dormido, pero no “crearlo”.
Hoy, Mengano, fue víctima. No de los chorros, no del
periodismo. Fue víctima de sí mismo. Mordió la lona. Cayó. Fue derrotado. Hoy,
Mengano desconfía hasta de su sombra. Le cayó encima todo el pasado y lo
noqueó. Expuso todo lo que es… un héroe nunca muestra todas las cartas… se lo
dije… La doble identidad le falló, porque no es Bruce Wayne ni Diego de la
Vega. Tampoco es Tony Stark, para prescindir de la doble identidad pero suplirla
con millones y millones. Le llegó su hora más oscura.
Ay, Mengano… En representación de los héroes de la Tierra,
Sistema Solar, el sector 2814 y en esta línea de tiempo, te digo: con un gran
poder viene una gran responsabilidad. Y el gran poder es nuestro espíritu, lo
que nos hace ser lo que somos, no la doble identidad, no el escudo, no el himno…
tu construcción fue de afuera hacia adentro, y cual castillo de naipes, se
derrumbó. Cayó. Mordió la lona. Hoy, con tu accionar post caída, te estás convirtiendo
en lo que nosotros, los héroes de verdad, combatimos. Desde que empezaste a
derrapar, sabía que este momento iba a llegar. Por eso, esperamos una acción
que te dignifique: colgar el manto.
El cementerio de los héroes no está lleno ni mucho menos. A cuántos le gustaría que no fuera así, pero es. No se nos puede matar básicamente porque somos más que "cuerpo". Y eso los complica. Pero el cementerio de los que se creyeron héroes sí que rebalsa de cadáveres. En uno no tenés por qué estar. Y en el otro no queremos que estés.
http://www.youtube.com/watch?v=El4tEB1Ge1A

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